La Sal es un componente esencial de los sistemas de piscina de agua salada, los cuales usan un generador de cloro para producir cloro de la sal que se ha disuelto en el agua. Los sistemas de piscina de agua salada son una alternativa popular a los sistemas de piscina de cloro tradicionales y se prefieren con frecuencia por sus beneficios percibidos, como el uso de químicos reducido y una sensación más suave y natural del agua.
En un sistema de piscina de agua salada, la sal es agregada al agua en la piscina y luego pasa a través del generador de cloro, el cual convierte la sal en gas de cloro. Este gas de cloro luego se disuelve en el agua para formar ácido hipocloroso, el cual actúa como un desinfectante para matar bacteria y otros contaminantes en el agua.
El nivel recomendado de sal para una sistema de piscina de agua salada está típicamente entre 2700 y 4500 ppm (partes por millón), aunque esto puede variar dependiendo en el sistema específico y las recomendaciones del fabricante. Es importante probar regularmente y mantener el nivel de sal en el agua para asegurar una adecuada producción del cloro y desinfección del agua.
Mientras que los sistemas de piscina de agua salada pueden ofrecer algunas ventajas sobre sistemas de cloro tradicionales, también requieren mantenimiento específico y cuidado. Por ejemplo, la celda de sal en el generador de cloro debe de limpiarse regularmente para prevenir acumulación y asegurar una producción adecuada de cloro. Adicionalmente, los niveles de pH y alcalinidad en el agua deben de estar adecuadamente balanceados para prevenir daño en la celda de sal y otro equipamiento de la piscina.
En general, la sal es un componente clave de los sistemas de agua salada y juega un rol importante en producir cloro y mantener la desinfección del agua en la piscina.