El pH es un factor importante en la química del agua de la piscina, ya que mide la acidez o basicidad del agua en una escala de 0 a 14, donde 7 es neutro. Un valor de pH inferior a 7 indica que el agua es ácida, mientras que un valor de pH superior a 7 indica que es básica.
Para una piscina, el rango ideal de pH está entre 7,2 y 7,8. Si el pH es demasiado bajo (inferior a 7,2), el agua puede volverse corrosiva y dañar los equipos y las superficies de la piscina, además de causar irritación ocular y cutánea a los bañistas. Si el pH es demasiado alto (superior a 7,8), el agua puede enturbiarse y formar incrustaciones en las superficies de la piscina, además de reducir la eficacia del cloro como desinfectante.
Para mantener el nivel de pH adecuado en una piscina, los sensores Crystal Water Monitor miden el nivel de pH más de 1000 veces por semana y brindarán acciones para ajustar su pH mediante el uso de incrementadores (carbonato de sodio) o reductores de pH (bisulfato de sodio) para llevar el pH al rango ideal.